Es sencillo y se puede poner en práctica todos los días sin siquiera invertir tiempo en ello. Tan solo intenta describir mentalmente lo que ves, sí lo que está frente a ti en tu día a día. Puedes hacerlo cuando vayas caminando por la calle, si ves una persona que te llama la atención, intenta describir su vestimenta, luego el sentimiento o momentos que su cara te inspira. Si quieres ir más allá, invéntale una historia: ¿A dónde va? ¿Por qué tiene prisa?
Intenta describir paisajes o escenas, báñate de adjetivos. Mientras te encuentres en un momento muerto (como en la fila del banco) intenta describir la escena a tu alrededor, o la que alcances a ver por las ventanas o puertas del lugar. Si ves un paisaje, haz lo mismo, describe el cielo, como la luz del Sol baña el lugar y los colores alrededor.
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