Foto por Cristóbal |
Cuando quiero hacer algo, iniciar un proyecto, construir algo; lo primero que hago no es pensar en porqué lo hago. Si hago algo es porque, de hecho, quiero hacerlo. Tengo ganas de hacerlo y disfruto mucho haciéndolo. Al iniciar un proyecto, no pienso en un objetivo, misión, visión y demás convenciones inútiles. Déjame contarte más detalladamente de que hablo.
Lo haces porque te emociona hacerlo.
¿Por qué haces el proyecto? ¿Qué esperas de el? ¿Cuál será el resultado final? Bum, eso no importa. Cuando trabajo en un proyecto, no pienso en el resultado final ni en las razones que me llevan a hacer lo que sea que esté haciendo. Eso es una perdida de tiempo y no sirve de mucho realmente. Prefiero pensar en el presente, concentrarme en lo que estoy haciendo y disfrutarlo.
Planear viene bien, pero no inviertas la vida en ello.
En el caso de proyectos que requieren muchos recursos (materiales, herramientas) o hay dos o más personas involucradas, un poquito de planeación viene bien. Existen herramientas muy completas para planear, desde la clásica agenda hasta cronogramas y demás cosas. Eso es demasiado para la mayoría de los proyectos.
Lo que yo hago es hacer listas simples. Pienso en todo lo que tengo que hacer, cosas puntuales, cosas que puedo hacer de inmediato y las voy apuntando una a una. Si necesito conseguir materiales o herramientas, van en la misma lista. 'Comprar un serrucho' puede estar arriba de 'Cortar madera para los gabinetes'. Todo en una sola lista. Puedes hacerlo a mano o puedes usar la computadora. Yo uso un programa llamado Things que me encanta.
Hay que tener cuidado, como mencioné, viene bien planear pero no en exceso. Apuntar a que hora vas hacer tal cosa y cuanto tiempo estimas que te va a llevar cada cosa es un error. Una cosa es planear y otra intentar predecir el futuro. Yo armo mis listas pensando que son más una guía que un plan que debo seguir con riguroso cuidado. Si es un proyecto de varios días (sí, hay proyectos grandes que se inician y terminan en un solo día), puedes colocar que día vas hacer que cosas, pero no te adelantes demasiado. A lo mucho planea lo que harás esta semana, si surge un imprevisto (y muy seguramente lo hará), puedes fechar las cosas que faltan de tu lista para otra semana. No temas en dejar cosas sin fechar. Después de hoy hay otro día.
Todo en su lugar.
Algo a lo que presto mucha atención es a la organización. Si inicio un proyecto escojo un solo lugar donde guardaré todas las cosas relacionadas a ese proyecto. Un solo lugar. Por ejemplo, sin decido hacer una nueva página web, hago una carpeta nueva en mi computadora y ahí pondré todo lo relacionado a la misma. El código, las imágenes, ideas, cualquier texto que vaya a terminar en la web. Si decido escribir un nuevo articulo sobre un tema del que no tengo ni la menor idea, tomo una nueva libreta y ahí escribiré todas mis anotaciones. En esa misma libreta irán borradores e ideas para ese articulo. Para este tipo de cosas uso un programa llamado Evernote. Si el proyecto requiere objetos físicos, escojo una esquina de mi casa, un cajón, una caja o algo donde pueda poner todas esas cosas. Ahí guardaré todo. Absolutamente todo. De esta forma evito perder el tiempo y las ganas de trabajar buscándolas.
Ahora, el proyecto.
Antes de ponerme a trabajar en cualquier proyecto, primero me encargo de tener todo lo que necesito a la mano. Y con 'a la mano' me refiero a que literalmente puedo estirar el brazo y sujetar ese algo con mi mano. Elijo mi escritorio de trabajo y a trabajar. A trabajar hasta cansarme. Si no termino, ya habrá otro día para continuar. Lo importante no es tanto el fin, sino el medio, porque es en el medio donde inviertes más tiempo.
Es común no tener ni idea de lo que se quiere hacer. Al menos, ese es mi caso. Hace poco hice un tablero de Shougi. Antes de hacerlo, no sabía jugar, no tenía ni idea de como proyectar las piezas que requiere en madera. Estaba familiarizado con la talla de madera, anteriormente había hecho otro proyecto en madera, pero antes de hacer esos otros proyectos no sabía como tratar con madera. No tener idea de lo que se está haciendo no es un obstáculo, es la parte divertida, porque se puede investigar.
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