Foto por Cristóbal
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Si de algo sirve el método cartesiano es para encontrar la verdad. Para fijarse un camino y seguirlo, no solo evitando todos los obstáculos sino siendo conscientes de ellos incluso antes de que aparezcan. Aplicar el método cartesiano en el día a día puede ser útil si te sientes muy disperso. En lo personal lo veo como un estilo de vida rígido, dispuesto a soportar las peores calumnias y aun así mantenerse de pie.
No aceptar nada como verdadero que no haya dado señales obvias de serlo.
¿Cuantas veces damos por sentado miles de cosas y eventos? Y cuando no sucede como pensabamos, nos llevamos una gran sorpresa. Los prejuicios son tal vez el mejor ejemplo. ¿Por qué tener una idea de algo que no has experimentado de primera mano? Es como encontrarse por primera vez con una persona que es comunmente conocida por tus amistades como alguien de quien cuidarse. El primer reflejo será ponerte en guardia, ser simple y llano con tus palabras. Pero ¿Por qué?. Por qué no simplemente te abres y decides conocer a esa persona sinceramente, sin prejuicios. Tal vez, con el tiempo, te des cuenta que los otros se perdieron de una gran amistad solo por confiar en los prejuicios.
Vive simple, solo armate una idea de lo que experimentas de primera mano, no lo pienses demasiado, hazte una idea de lo que está a tu alrededor, pero solo de lo que realmente está a tu alrededor.
Si tienes un problema frente a ti. No caigas en prejuicios para resolverlo, analiza detenidamente lo que tienes frente a ti. De eso se trata 'No aceptar nada como verdadero que no haya dado señales obvias de serlo'. No des por sentado algo de lo que no estás seguro.
Dividir los problemas en partes tan pequeñas como sea posible.
¿Recuerdas tu clase matemáticas en el colegio? Al resolver un problema, no se toman todos los datos al trancazo y se intenta aplicar una formula, no, así no resuelves nada. Lo que hacías era partir el problema en pequeñas ecuaciones, fáciles de resolver. Lo peor que se puede hacer con un problema, es intentar atacarlo de todos lados. Es como pelear contra un gigante, ni va a sentir tus pequeños golpes.
La próxima vez que tengas un problema frente a ti, descomponlo en pequeñas piezas, muy pequeñas. Cosas que puedes resolver de inmediato.
Trabajar con orden. Resolver las pequeñas piezas de un problema e ir subiendo a lo más difícil.
Una vez que haz dividido un problema, intenta resolver lo más sencillo primero. Algo que te toma 5 minutos. Incluso puedes hacer una lista con las partes del problema para trabajar sin perderte.
Se intrépido. Una vez que haz resolvido todo lo sencillo, sube de nivel e intenta resolver algo ligeramente más dificil, algo que al verlo piensas 'Esto tal vez pueda resolverlo, pero necesitaré conocer más de esto y lo otro'. Poco a poco, resuelve cosas más y más dificiles. Hasta completar todo el problema.
Revisiones ridículamente completas y profundas.
Esto es algo con lo que generalmente tropezamos muchos. Hacemos algo pero no revisamos los pequeños detalles. Por ejemplo, al escribir ¿Cuantos de nosotros no leemos lo que escribimos? Si lo hiciesemos con esmero, descartaríamos faltas de ortografía, mejoraríamos la fuidez del texto: Seríamos nuestros propios editores.
Recuerda, una vez que terminaste un proyecto o tarea, tomate unos minutos para revisar lo que hiciste. Pero en serio revisado. Busca errores, se estricto contigo mismo y tu obra. Ese es el camino para mejorar tus habilidades. Lo mejor de todo, es que cuando termines de revisar tu obra con esmero y criticar tu propio trabajo, lo habrás mejorado aún más y te sentirás más orgulloso.
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