Foto por Jarka Ondasova |
Todo el día, todos los días tenemos que tomar decisiones, plantear soluciones a pequeños problemas que se nos presentan. A veces grandes, todos los problemas tienen una característica en común, requieren un uso ágil de la lógica y una gran capacidad para relacionar ideas, por que así es como el cerebro trabaja, simplemente relaciona ideas. Así aprendemos y adquirimos eso que algunos gustan llamar 'Inteligencia'.
Evita la frustración, no pienses en el problema dándole vueltas y vueltas por más de 40 minutos.
Si algo he aprendido con el tiempo, es que los problemas difíciles tienen una solución simple, siempre. El problema es encontrarla, por irónico que suene. Los problemas complicados, ya sea algo que tenemos por asignación del colegio, una petición de un cliente en el trabajo o simplemente algo sencillo como sacar partido de una situación con lo que tenemos a mano. Los problemas complicados suelen hundir nuestra cabeza de variables y características que solo estorban para encontrar la solución.
Lo mejor que puedes hacer en estos casos, es reconocer el problema, intenta enunciarlo en pocas palabras(entre menos mejor) y descarta pequeños detalles. Intenta pensar en una solución como sueles hacer, pero no te frustres, esto solo conlleva a estrés y este conlleva a una pobre función del cerebro para relacionar ideas. Evita pensar en un problema en concreto por más de 20 minutos, si necesitas algo más y sientes que ya te estas acercando, alarga ese tiempo hasta los 40 minutos, pero si después de tanto no logras encontrar una solución, entonces dejalo. Tomate un descanso y no pienses en el problema. Haz otra cosa, relajante, como un pasatiempo. Mantenerse relajado es clave para solucionar cualquier problema. Después puedes volver al problema y repetir el proceso.
Busca inspiración, sal afuera y relajate.
¿Urge resolver el problema? La mayoría de las veces nos ahogamos en un vaso de agua, queremos encontrar la solución de tal o cual cosa de inmediato. No, si tienes algo de tiempo disponible, relajate y busca inspiración. Pero no pienses en el problema.
Intenta tomar una caminata, sal afuera y admira lo que hay a tu alrededor. Busca inspiración, si te gusta la fotografía, como a mi, admira el trabajo de otros. Esto te relajará, y quien sabe, tal vez encuentres la solución por accidente.
Usa lápiz y papel(o un pizarrón) para vaciar ideas y dibujar.
Después de mucho pensar, es común rendirse y exclamar 'Esta cosa es imposible'. No, solo es muy difícil, intenta atacarlo por otro ángulo. Apunta o dibuja en una hoja de papel, o un pequeño pizarrón, las ideas y posibles soluciones que tienes hasta ahora. Salta de una idea en otra, simplemente apuntalas todas, no importa que no sean soluciones completas. Cuando tengas varias, intenta relacionarlas.
Foto por Hans Kristian Aas |
Vuelve a empezar desde cero, toma un camino completamente diferente.
Algo que muchos expertos del tema suelen aconsejar, es empezar de cero. Si una idea en la que haz estado pensando mucho no logra madurar y convertirse en la solución que tanto buscas. Tiralo todo y vuelve a empezar, no tomes el camino anterior. Empieza con otra idea completamente diferente y radical para solucionar el problema. Puedes usar el tip del papel y el pizarrón que acabo de mencionar.
Pide ayuda, explica el problema a gente no relacionada cambiando las palabras y los sujetos.
Esto es interesante de aplicar. Toma el problema, simplificalo a su más mínima esencia y cambia todos los nombres, lugares y cosas, tal que parezca un problema diferente. Ahora explicalo así a personas que no suelen moverse en el área o disciplina a la que pertenece el problema. Te encontrarás con una cantidad increíble de diferentes soluciones y ideas.
Evita la Televisión como evitas una serpiente venenosa.
No se por que, simplemente no me explico como pero la Televisión simplemente no funciona cuando tienes un problema entre manos. No sirve para relajarse, no inspira y solo te hace perder el tiempo. Cuando quieres solucionar un problema, prueba hacer cosas nuevas, tal vez ir a un parque si no sueles hacerlo seguido, o un paseo en bicicleta si la ultima que te subiste a una fue de pequeño.
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